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Ai Weiwei: La Commedia Umana - Memento Mori

 

Este próximo 28 de Agosto de 2022, se inaugurá la exposición individual en colaboración con Berengo Studio La Commedia Umana de Ai Weiwei en Venecia, en la isla de San Giorgio Maggioren. Una de las obras más grandes jamás creadas en cristal de Murano, la escultura colgante está compuesta por más de 2000 piezas de vidrio soplado y fundido, que pesan alrededor de cuatro toneladas, miden 6,4 metros de ancho y la asombrosa altura de 8,4 metros. «El vidrio, un material especial y parte de nuestra vida cotidiana, da testimonio de la alegría, la ansiedad y las preocupaciones de nuestra vida. En su presencia reflexionamos sobre la relación entre la vida y la muerte, y entre la tradición y la realidad». Ai Weiwei ha elegido el vidrio para investigar temas que le son queridos como el hombre y la naturaleza, la espiritualidad y las continuas sugestiones del mundo contemporáneo.

Ai Weiwei lo tiene claro, cuando decide hacer cualquier cosa, lo lleva a cabo pero siempre al límite. Esta obra y muchos pasajes de su vida, contrastan con su manera de expresarse, con la ternura con la que cuenta aquellos momentos al lado de su padre, cuando le contaba, como buen poeta, tantas y tantas historias sobre la Roma Antigua. En la multitudinaria presentación a la prensa en Roma, de su gigantesca obra “La Commedia Umana”, quiso recordar varias conversaciones que mantuvo con su padre. Este hombre que durante toda su existencia ha luchado por la libertad de prensa, los derechos humanos, la inmigración, el desafío constante al poder, cuando habla de su papá, sin verle y sólo escuchándolo, se percibe como un ser pequeño, frágil e incapaz de romper un plato, sin embargo, es inmenso e imparable, en toda la expresión de la palabra. El haber desafiado al poder ó el haber sido torturado durante su arresto, le han dado ánimos de seguir con su lucha eterna.

La Commedia Umana, habla de la muerte para celebrar la vida. Son 2.000 piezas de cristal de murano soplado en forma de lámpara gigantesca, pero esto no es lo más tremendo sino su contenido. Son calaveras articuladas, cangrejos, murciélagos, esqueletos de animales y no falta inclusive el pájaro que es igual al de Twitter. Una serie de mensajes que a simple vista, no son fáciles de interpretar. La enorme obra es digna de observar detenidamente e ir descubriendo el significado de cada trozo de vidrio de Murano soplado que Ai Weiwei ha ido diseñando y colocando durante tres años con “el sueño de exponerla en un lugar monumental”. 

Con esta obra quiere representar un vínculo entre la ciudad eterna y la muerte, refiriéndose al Imperio Romano y también al Barroco. Son maquetas de esqueletos articulados, evocando a los mismos que los romanos patricios exhibían sin problema en las impresionantes mesas de los grandes festejos y banquetes. Un curioso y macabro objeto que en latín se denominaba larva convivialis, un esqueleto en miniatura que servía de aviso de la brevedad y fugacidad de la vida y nos invitaba a disfrutar de los placeres terrenales. El esqueleto "convivial" tiene orígenes helenísticos - se descubrió en Antioquía (sur de Turquía) un mosaico del siglo III a. C. que representa un esqueleto reclinado disfrutando del pan y el vino - y ha sido reinterpretado muchas veces a lo largo del tiempo: en forma de escultura, en varios mosaicos y incluso en algunos cuencos destinados a banquetes. Vale la pena reflexionar sobre una inscripción grabada en copas de la época helenística: Disfruta mientras vivas, que el mañana es incierto. La vida es una comedia, el goce el bien supremo, la voluptuosidad el tesoro más preciado: sé feliz mientras vivas.

Ai Weiwei de pequeño trabajaba con su padre y lo escuchaba hablar siempre de la Antigua Roma, era un poeta, se llamaba Ai Qing. Historia que cuenta detenidamente en su reciente libro editado, 1000 Years of Joys and Sorrows. Él y su familia fueron exiliados de Pekín, se marcharon a Heilongjiang en el noreste de China, a mas de 1,300 km. de distancia y poco después, al desierto de Xinjiang al lado de Mongolia, después de la muerte de Mao Zedong en 1976, volvieron a Pekín. Desde ese momento, Ai Weiwei inició un camino por el que ha vivido todo tipo de situaciones, desde ser estudiante y miembro del selecto grupo de artistas “Stars” en la Academia de Cine de Beijing, a irse a vivir a New York desde donde regresó a China para cuidar a su padre cuando enfermó y en donde contribuyó a la creación del East Village en Pekín, la comunidad de artistas vanguardistas de la ciudad. Pero no en todo le ha sonreído en la vida a este genial y atrevido artista. A Ai Weiwei lo han definido como el artista más influyente de nuestro tiempo. Su historia como activista es larga, el artista ha declarado en varias ocasiones que él no quiere hacer pinturas ni esculturas para ricos. Ha dicho también que los artistas normalmente evitan comunicar con sus obras el defender derechos. El no se rinde a esto. El hecho de haber estado en prisión, metido en aislamiento, haber sido torturado y sometido a no poder salir de su país, no le ha quitado el ánimo para nada, de seguir reivindicando sus ideas. Sus convicciones políticas son lo que son. Mediante sus obras de los últimos treinta años se puede explorar su relación con la cultura occidental y con la de su país de origen pero siempre lanzando ¿mensajes de rebelión contra su propio destino?

Nota por Virginia Rojas - 26/08/2022

Fuentes>

https://artemagazine.it/2022/08/22/la-commedia-umana-di-ai-wei-wei-a-venezia/

https://www.berengo.com/news/la-commedia-umana-by-ai-weiwei/

https://www.larazon.es/cultura/20220401/otwtwjaepfcktjjrelamk4xwda.html

https://blog.necrologi-italia.it/larva-convivialis-scheletro/

 

 

 

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